Un cuerpo no sólo está compuesto de órganos y huesos. También está construido a partir de pensamientos, que se manifiestan a través de emociones y sensaciones. Estos compuestos energéticos pueden bloquear y crear nudos internos, cuando se reprimen o restringen.
Marzo es el mes de lo emocional, pues está regido por el astro de agua más sensible y emotivo: Piscis. En astrología, este signo nos conecta con nuestra humanidad, vulnerabilidad y humildad. Piscis es el ser más sensible, emocional y puro que hay. Su energía está cargada de compasión, bondad, simpatía, intuición y sensibilidad. Por otro lado, su lado más sombrío nos conecta con estados emocionales como la melancolía, pereza, timidez, escapismo y victimismo.
Es muy recomendable aprovechar la sensibilidad de este astro para limpiarnos y depurarnos. Porque sólo a través de la observación, la aceptación y el perdón, podemos diluir los malos recuerdos y sanar nuestros traumas internos.
Cuando empezamos a curar viejas heridas, volvemos a conectar con nuestra dimensión divina. Somos como una oruga que, tras meses de estudio, práctica, meditación y devoción, puede transformarse en su versión más bella: una mariposa llena de elegancia y delicadeza.
Es fundamental entender que las emociones no son, per sé, buenas o malas. Las emociones son. Igual que los pensamientos son. O que los hechos son. El secreto de la felicidad no está en sentirse siempre igual. El secreto de la paz está en aceptar, soltar y abrazar la vida en su estado más crudo y real. Y las limpiezas energéticas son una muy buena herramienta.
Cuando nos depuramos por dentro, soltamos mucha exigencia y estamos mejor preparados para disfrutar de una vida sencilla y plena. Porque cuando nuestro ego empieza a humildarse, aprendemos a ver maravillas cada día.
Pero para lograr apreciar el olor de una flor, el color del despertar del sol, el canto de un pájaro o la mirada cómplice de un allegado, tenemos que parar, soltar, limpiar y aceptar.
En este caso, creemos que el uso de objetos mágicos y energéticos puede ayudarte en este proceso de purificación. Desde Vegan Expedition, promovemos un uso consciente, consistente y entendido de cristales y sahumerios, velas y gemas para ritualizar nuestra vida y conectar con nuestra esencia.
Elementos para ritualizar tu limpieza interior
Empezar con una limpieza energética del espacio siempre es adecuado: utilizar un sahumerio de salvia blanca con cuarzo blanco, por ejemplo, nos ayuda a purificar el espacio en el que nos encontramos, algo muy importante para sintonizarnos con nuestro yo más puro y elevado. Puedes escoger entre otras gemas para crear tu sahumerio.
El cuarzo rosa es una gema perfecta para utilizar en nuestro ritual de purificación, donde la limpieza interior y conectar con la compasión son actos fundamentales para perdonarnos y transformarnos. Puedes colocarlo delante del corazón, en la sede del cuarto Chakra, Anahata, durante tu meditación.
Si lo que necesitamos limpiar son traumas amorosos, por ejemplo, la turmalina rosa es una buena opción a incorporar en nuestra meditación. Nos ayuda a trabajar la empatía y comprensión, nos conecta con el dar y recibir amor, nos ayuda a relativizar y encontrar soluciones con creatividad y perspicacia. Aquí también la colocaremos frente a Anahata Chakra.
Si nos encontramos en un momento de extrema sensibilidad, la piedra luna nos puede ayudar a equilibrar esta característica del agua. Además mejora la autoestima y nos ayuda a dejar ir patrones antiguos para dar lugar a nuevos comportamientos.
Por otro lado, la energía de la amatista limpia nuestro aura y nos aporta mayor foco mental, dos elementos muy importantes a la hora de discernir entre los recuerdos enriquecedores y la memoria limitante para soltar viejos patrones, recordar experiencias útiles y atraer nuevas realidades.
Cada persona puede realizar el ritual de purificación que más le convenga: al final cada uno carga con sus propias heridas emocionales y siente la necesidad de abrazar realidades muy personales.
Todos los sahumerios, cristales y elemento de Vegan Expedition son buenos aliados para purificarte por dentro. Cada uno te conectará con una dimensión de tu ser específica: todos pueden ayudarte a sanar viejas heridas y disfrutar de una vida con más calma.